APRENDIENDO A MANEJAR EL ENOJO                                                                             Saf Lerman  Caruso  

 

Los sentimientos de enojo, celos, incluso odio de los niños necesitan ser aceptados por sus padres. Cuando estos sentimientos son conocidos y permitidos con una expresión apropiada, empiezan a perder su borde filoso. Cuando los padres niegan los sentimientos fuertes de sus hijos, diciendo: No tienes ninguna razón para sentirte así, no hacen que los sentimientos desaparezcan. Simplemente quedan reprimidos.

Más tarde, estos sentimientos pueden surgir de forma indirecta - a través  de una rabieta o berrinche, comerse las uñas, tics nerviosos o malos sueños. Los sentimientos que son contenidos dentro de nosotros crecen más fuertes y más intensos. A través de la aceptación de los sentimientos  fuertes de los chicos, los padres le muestran que sus sentimientos son parte de una experiencia humana normal. En realidad, es de ayuda para los padres decirles que toda la gente se siente de determinada manera en algunos momentos.

¿Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos en las situaciones de la vida real? ¿Qué pueden hacer y decir cuando emerge el enojo en los chicos, ya sea hacia ellos para confrontarlos o hacia otro miembro de la familia?

Enseñemos maneras aceptables de expresar los sentimientos fuertes

 Los niños necesitan aprender formas aceptables de expresar sus sentimientos fuertes o profundos. Cuando sus expresiones son perjudiciales o degradantes los padres deberían redirigirlas. Algunas veces  el enojo del niño cuando explota hace que los sentimientos de un padre (o de un hermano, o abuelo o tío, etc.) sean realmente dañinos Cuando esto ocurre, el padre puede pedir al niño que reformule su ira de una manera más aceptable, aún permitiéndole el derecho a sentirse enojado. Es necesario en un momento como éste para un padre decirle cual sería el modo más apropiado o mejor.

Por ejemplo: un niño de 11 años le dice a su padre en un momento de furia: "Porque no te morís Esto daña los sentimientos del padre por lo tanto sería positivo contestar algo como esto: Estás muy enojado conmigo pero sería mejor que encontraras una mejor manera de decírmelo. Cuando algo te enoja muchísimo sería mejor que me digas Papá, lo que me dijiste me puso furioso. Así te escucharé mejor tus sentimientos y estaré más dispuesto a hacer las cosas.

Expresando sentimientos de enojo sin acusar a nadie

El enojo parental es una herramienta útil cuando es expresada en un lenguaje no sentencioso. Cuando los padres firmemente expresan su enojo, enfatizan las reglas y permiten que los chicos conozcan claramente y fuertemente como se sienten.

Los padres necesitan unir sus expresiones de enojo al modo en que se están sintiendo verdaderamente. Si un padre está sólo ligeramente molesto, puede decir: "estoy un poco molesto o esto me está irritando". Si un padre está enojado, es más apropiado decir "estoy muy enojado. Esto me ha enojado mucho". Deberíamos como padres, evitar hablar a gritos o dar alaridos; por el contrario deberíamos expresar nuestro enojo en una voz firme.

 La habilidad para escoger el momento oportuno es importante

 Algunas veces es muy negativo precipitarse demasiado rápido para manejar la situación y terminar diciendo o haciendo algo que nos gustaría nunca haberlo hecho. Y al fin y al cabo nos sentimos mal. Es fundamental aprender a tomarnos nuestro tiempo antes de apresurarse a reaccionar en una situación. Exceptuando una verdadera emergencia, siempre hay unos pocos segundos, incluso minutos para reflexionar. Dejar la habitación si uno lo necesita, respirar profundamente y preguntarnos a nosotros mismos ¿Qué es lo que realmente quiero lograr aquí? Después de encontrar una respuesta positiva, ir y manejar la situación.

Algunas veces los padres no intervienen lo suficientemente rápido. Entonces, la mala conducta del niño se le va de las manos y el enojo paterno, que fue creciendo despacio, surge de repente como un torrente. No espere hasta el momento que su enojo y la conducta de su hijo estén fuera de control. Es importante poner el límite antes de que la situación se vaya demasiado lejos.

 Los niños no están para  recibir golpes

Algunos padres nos dicen que hay momentos en los cuales ellos están tan enojados con su hijo que el pegarle es la única manera de ganar alivio. El enojo es una emoción poderosa y no debería ser usada para atemorizar o dañar a los niños. Cuando expresar enojo con palabras no es suficiente, se podrían buscar otras maneras de lograr alivio. Un padre puede ir a caminar, a tomar un poco de aire, patear el piso, golpear la pared son acciones que pueden proporcionar un gran alivio. Y al mismo tiempo ofrecen un modelo sano para sus hijos de como manejar el propio enojo. Si un padre siente la necesidad de pegar, puede pegarle a una almohada. Pegarle a una almohada es una técnica terapeútica para disminuir el enojo intenso y momentáneo.

  Nunca es apropiado pegar a los niños

 Algunos padres dicen que nunca le pegan a sus hijos cuando están enojados, sino que esperan hasta estar calmados y luego les pegan para enseñarles una lección. La lección que los niños aprenden a través de esto, es que está bien pegarle a la gente, o más específicamente, está bien que la gente más grande pegue a la gente pequeña. ¿Esta es una lección constructiva?  Pegarle a un niño ya sea enojado o calmado, se lo está dañando emocional y físicamente y no se le está enseñando mejores maneras de comportarse.

 Es necesario que los padres pongan los límites necesarios a sus hijos, pero la disciplina no necesita nunca ser humillante o dañina para el cuerpo del niño o para su autoestima. La verdadera disciplina es enseñarle y guiar al niño, descansa en una variedad de acercamientos constructivos, positivos y de ayuda.

 

 Saf Lerman Caruso  of  Minnesota Education Association

National Education Association of the United States.  1989  PTA Today



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