¿A MAYOR EDAD MENOR CREATIVIDAD?
Si esta premisa es correcta la creatividad debería ser un objeto real de preocupación de padres y maestros.

Lic. Mariela Vergara Panzeri

Es importante para comenzar, tener en cuenta diversos estudios de investigación donde se ha visto que hacia los 5 años de edad el porcentaje de niños creativos alcanza el 90%, pero hacia los 7 años sólo encontramos el 10%, lo cual va disminuyendo escalofriantemente hasta llegar al 2% a los 45 años, como menciona Coriat en su libro "Los niños superdotados". En consecuencia, casi todos los seres humanos abordan la vida con un gran potencial de creatividad; potencial que es saboteado poco a poco por malos hábitos, por reflexiones que frenan la espontaneidad y por la exigencia de conductas convencionales diversas. Hacia la edad de 7 u 8 años, podemos decir que ya hemos sufrido algo así como un "lavado de cerebro".

Estos estudios resultan realmente asombrosos. El brote de creatividad y talento existe en todos los chicos pero, en la mayoría de ellos ha quedado bloqueado. Algunas de las posturas que favorecen este hecho son las siguientes:

1- La carrera por lograr resultados brillantes: el niño por sus necesidades de valorización se habitúa muy pronto a obtener resultados brillantes y corre el peligro de alejarse de aquello en lo que tiene muchas posibilidades de obtener éxito y de aquello que verdaderamente le interesa. El peligro está en que ya no busque la creación en sí misma, sino un resultado brillante.

2- La petición de conformismo con el grupo de su edad: conduce al miedo a la individualidad y a la diferencia.

3- La represión de la curiosidad: puede impedir al niño hacer y hacerse preguntas ambiciosas; y puede hacer que acepte una visión convencional del mundo.

4- La acentuación del rol sexual: reduce la posibilidad de alumbrar ciertos aspectos de la personalidad.

5- La separación neta entre el trabajo y el juego: el espíritu de juego en el trabajo crea una atmósfera de aventura propicia a la creación.

Contradictoriamente a lo que uno espera encontrar, los niños que sí conservan estos factores son considerados a menudo en el ámbito escolar como:

- chicos difíciles para los maestros
- chicos que no obtienen resultados escolares satisfactorios, a los cuales no se les reconocen sus cualidades propias.

Muchos de los grandes problemas del alumno creativo son que gran parte de los responsables de la educación persisten en sostener que el pensamiento creador no difiere en nada del pensamiento lógico del niño con un nivel general elevado.

Estos niños, antes que se los reconozca como creativos, permanecen relegados en la categoría de niños sin esperanza, al fondo de la clase, para preservar el desarrollo del curso de sus intervenciones inhabituales.

Los niños creativos pueden hacer la vida familiar y escolar interesante para el resto de la familia en el primer caso y para sus compañeros de clase en el segundo porque dan una nueva perspectiva a lo común. Un niño que utiliza medias o toallas como sombreros acompañándolo con otros atuendos para disfrazarse o un niño que esquía en la cocina con maderas unidas a sus pies con cinta adhesiva o un niño que construye todo tipo de naves y otros objetos con gran detalle con material descartable puede darle mayor entusiasmo a las tareas cotidianas y escolares. Los chicos creativos también demuestran creatividad en la conversación diaria y en su respuesta a las preguntas que se les formulan.

¿Cuál es la naturaleza de la creatividad?

Según D'Alfonso, la creatividad no está sólo relacionada con la mente, el ser humano constituye toda una unidad psíquica. Si la creatividad no va acompañada por ciertos rasgos del carácter, difícilmente se podrán lograr resultados duraderos y eficientes.

No hay dudas que la creatividad constituye un componente intelectual importante, pero la cuestión de su naturaleza todavía no ha encontrado una solución definitiva.

Dos enfoques distintos intentan explicarla:

1ro=> la creatividad es considerada como un conjunto de posibilidades cognoscitivas enseñables, que pueden ser mejoradas a través del ejercicio y de la experiencia o es considerada como una estructura de la inteligencia.

2do=> la creatividad depende más de la personalidad que de un entrenamiento cualquiera. En este caso, algunos rasgos de personalidad distinguirían a los creativos de los no creativos, y el síndrome de personalidad del creativo incluiría la apertura a las experiencias nuevas, el espíritu de aventura y la confianza en sí mismo.

Torrance, que posee gran experiencia en ésta área, sostiene que ninguno de los dos enfoques lo satisface enteramente: "Indudablemente la creatividad implica unas características de personalidad tales como la apertura, el espíritu de aventura y la confianza en sí mismo, pero esto no es todo. El creativo debe tener también la competencia necesaria, las motivaciones, las condiciones de éxito y la simpatía o el amor hacia su trabajo.

El lado irracional, afectivo, tiene prelación sobre el lado lógico. El espíritu de aventura y la confianza en sí mismo ayudan a arriesgarse, a imaginar soluciones curiosas, insólitas, incluso extravagantes. Pero la lógica y la experiencia son las que se imponen cuando se trata de optar por la solución definitiva, y la competencia cuando se trata de juzgar la eficacia de esta solución".

En el camino que inicia todo padre al tener un hijo y todo maestro al elegir esta ardua tarea como profesión de vida nos cabe realmente respetar las diferencias individuales y el desarrollo de las potencialidades de cada y de todo niño, para ello las siguientes tareas forman parte de las tareas fundamentales que deberíamos fomentar hacia todo niño y en especial hacia aquel que tempranamente manifiesta un modo original de enfrentarse a la vida:

Preservar la originalidad y el ingenio creador de cada uno sin renunciar a insertarlos en la vida real.

Fomentar el crear antes que el imitar. La creación encierra confianza en sí mismo, actúa como defensa ante perturbaciones emocionales (afectivas) o mentales, actúa psicoprofilácticamente. El sujeto que crea es capaz de ajustarse emocionalmente a situaciones nuevas. Ayuda a la flexibilidad en pensamiento, imaginación y acción.

Transmitir la cultura sin agobiarlo con modelos prefabricados, favoreciendo el desarrollo de sus aptitudes sin fomentar el egoísmo.

Atender la especificidad de cada individuo, sin olvidar que la creación es también un hecho colectivo.

Insistir en los aspectos distintos de cada niño sin caer en el exceso de individualismo.

Una educación apropiada puede cultivar la creatividad, una inapropiada puede ahogarla. Es por ello tan importante la tarea de los padres como primeros educadores y luego del maestro en este campo. El fomentar la creatividad de los hijos (alumnos) supone respetar su libertad, su originalidad, su individualidad. Educar para la creatividad es, en definitiva, respetar las disponibilidades de cada uno para la originalidad.

REFERENCIAS

"Introducción al estudio de los niños sub y superdotados" Harry Baker tomo 1 Edit. Kapelusz 1959 Bs. As. Argentina. "La creatividad" Paul Matussek Edit. Herder 1984 2da edición Barcelona - España. "Los niños superdotados" Aaron Coriat Edit. Herder 1990 Barcelona - España.

Artículo publicado en la revista "EDUCAR HOY" Año 2 número 22 Noviembre 1998

 



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